Es que los anteriores eran cerrados y algo incómodos para poner y quitar. Sobretodo si ibas tan mona peinada y/o maquillada. Pero no hay apenas obstáculos para la imaginación y encontré la solución:
Son abiertos y se abrrochan con la flor.
Ganamos en funcionalidad sin perder ni un ápice de utilidad y glamour...¿qué os parece?
Gracias por pensar en las que vamos tan bien peinadas todos los días, ajajajja.
ResponderEliminarTú fuiste mi musa para esta mejora. Muak.
EliminarQué bonitooo!
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